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Democracia de los Idiotas

Quien no quiere pensar es un fanático; 
quien no puede pensar, es un idiota; 
quien no osa pensar es un cobarde.
Sir Francis Bacon

La democracia de los idiotas es, cuando una bola de idiotas responden y obedecen a uno más idiota y más fuerte que ellos. Fuerte en el sentido económico, político y con mayor prepotencia y deseos de obtener lo que quiere, es en ese momento cuando aparece la democracia de los idiotas.

Esta democracia no pondera si es lo correcto o lo que mejor conviene al individuo o el colectivo, sino una respuesta instintiva de obedecer al miembro alfa del grupo en ese momento y de obedecer lo que se le ordena. Otros dirán que son como monos, a la acción de un mono, todos los monos que están ahí y que lo están viendo, imitan la acción, sin saber las razones por la que el primer mono hizo o deshizo una acción. Esto es al final, el vivo ejemplo de una psicósis colectiva.

Personas que antes observaban una vida normal, pacífica, de pronto se trasforman en fieras con instintos destructivos. Las ideas se apoderan de sus cerebros con tal intensidad que los hacen caer en el fanatismo. Defienden lo que se les dijo, creyeron o escucharon, sin averiguar si es cierto o no. Estos fanáticos defensores de los problemas de Sergio Gómez Olivier son similares a los miebros del Ku Klux Klan (KKK) a todos los que profesan el anti mahometismo, a los anti-sionistas – racistas, homofóbicos o cualquier fánatico religioso o político. Este estado de estrés social puede arribar a tal punto culminante, que puede estallar en una reviuelta civil en la que se tratan de aniquilar, incluso a miembros de una misma familia entre sí.

No debemos de confundir la lucha social con los actos fanáticos como los que ahora vemos en Tehuacán con el movimiento promovido y pagado por Gómez Olivier, pidiendo que no se lleven a los animales de su patio trasero.

Este  fenómeno de histeria colectiva alentada por el mismito Gómez Olivier es causada por sus ideas ofuscantes que generan un estado de entendimiento o de empatía entre los que se consubstancian con las mismas ideas hasta el punto de ser comparable a la facción en pugna con un cerebro gigantesco que piensa con diversos cerebros, como unidades semejantes a las neuronas centradas en una sola idea dominante, que obra en todos los cuerpos del bando como si fuera un súper organismo. –

Durante las psicosis colectivas, un porcentaje de circunstantes que se hallan rodeando en muchedumbre a un cierto líder o conductor  mitómano y/o habil embaucador, hace que crean ser testigos de hechos falsos como verdaderos. Pueden llegar a ver cosas que no existen, confundir el apoyo a Sergio Gómez Olivier con un interés espectacular por los animales – ven moros con tranchetes, cuando el merolico los inducen a tomar decisiones con juicios e interpretaciones erróneas, esta masa de idiotas obedientes a lo que el lider les dice, logra que desaparezca de sus mentes la capacidad de pensamiento crítico y se transforman en borregos dispuestos a morir por causas que ni siquiera conocen.

El hombre normal se halla dotado de una capacidad eficiente para relatar vívidamente todo cuanto ha percibido con sus sentidos, de manera que los procesos penales, por ejemplo, se fían de lo testimonios de personas que hayan observado un hecho y muchas condenas se hacen efectivas mediante este fundamento, sin embargo, puede no haber cosa más inexacta que un testimonio, no sólo perteneciente a un solo individuo, sino a varios, e incluso a multitudes. Las experiencias en el terreno psicológico han demostrado la relatividad de los testimonios dados por sujetos con toda la buena fe y convencimiento que inducen a crasos errores e injusticias.

La confusión puede cundir en estos casos, cuando la muchedumbre no ha sido preparada de antemano. Pero cuando la psicosis colectiva ya ha hecho presa de los entes de una región, una ciudad o una nación entera, es entonces que se hace proclive a la aceptación de cualquier fenómeno extraordinario, cuyas causas reales de su supuesta producción ya ni siquiera son averiguadas, porque se da por sentado que son auténticas.

Mahtlahtli Iwa Ce Ollin Tonalli et al

No más Cronista – ! ya basta !

Ya no necesitamos un Cronista.

Los cambios estructurales en cultura necesarios e indispensablemente requeridos por nuestra población cada día se ven postergados por la ineficiencia de las autoridades municipales.

Esta paraplejia conceptual existente persiste debido al estrecho criterio y comprensión que poseen los servidores públicos municipales, manteniendo los vacíos y su desarrollo.

Otro factor que incrementa este estado carente de funcionalidad e inmobilidad cultural se debe al origen y mentalidad comercial de los tehuacaneros embarrados en estas actividades, que siendo los validadores y apoyadores de las ocurrencias de los servidores municipales forman el muro que impide el crecimiento y la nutrición cultural, ya que lo único que les interesa es la ostentación del poder a través de la defensa de las sosas e ineficientes soluciones municipales y de sus ocurrentes insubstanciales ideas y creencia de lo que es y para qué sirva la cultura.

Lo hemos dicho cientos de veces y lo repetiremos nuevamente:
Los gobiernos y ayuntamientos no crean cultura, son, cuando funcionan correctamente, los facilitadores para que la cultura se difunda y nada más, sin embargo hoy deben ser más que eso, ya que es un derecho constitucional nuestro el que las autoridades y gobiernos sean obligados a garantizarnos este derecho a la cultura y de nuestra parte a exigirlo.

Desde la muerte del ausente cronista y crónica de la ciudad de Tehuacán han habido una sarta de anacrónicas propuestas hechas por individuos y grupos que se auto nombran formadores de opinión, cazadores oportunistas de chambas, entusiastas proto-historiadores, élites sociales y suspicaces funcionarios municipales para ocupar el hueco dejado por el extinto cronista de la ciudad.

El director del Archivo Municipal fue el primero en apuntarse y empezar a cabildear la posición. Suponiendo que por su cercanía de los domingos en las mañanas sentado en una mesa de La Lonja desayunando con su mecenas, Ángel Barroso y el extinto cronista sería suficiente para que el puesto se le adjudicará.

Otro de ellos el Dr. Nosti, que de la misma forma de actuar de Salvador Cruz M. despecha y despotrica de Tehuacán, sus gentes de su bajo nivel académico e intelectual y del pueblo mismo, es quién está siendo impulsado por una revista Semanal para ocupar este puesto de cronista de la ciudad de Tehuacán ostentando sus títulos y sus estudios en Universidades extranjeras, pero,  que sería la persona más indicada para dirigir la Hemeroteca (inexistente) por la experiencia adquirida al escribir su tan cantaleteado libro sobre Tehuacán con la metodología de corta y pega, ocupando un porcentaje considerable de reportes y recortes periodísticos de fuentes locales incluidos en su obra literaria-histórica.

A veces también coquetea con la idea de ser el cronista de la ciudad el Dr. Luis Balderas que siente que tiene el derecho de ser reconocido como el único historiador capaz para ocupar este puesto, de la misma forma que el Dr. Nosti lo hace, matraqueándonos sus títulos académicos y los libros que ha escrito.

Pero en los últimos meses aparece en la lista de autonombrados y auto cabildeados suspirantes, el  emocionalmente inestable ferretero Gómez Olivier que está dispuesto a pagar varios millones para ser nominado como Cronista de la Ciudad de Tehuacán.

Quedan también las ambiciones de cerca de una docena más de deseosos, desde albañiles hasta cirujanos pasando por toda la escala depredatoria tehuacanera. Parece ser que todos quieren lo que menos se necesita en Tehuacán, un cronista de la ciudad.

Lo que esta ciudad necesita es un Consejo de la Crónica, un grupo que incluya a 30 o 40 personas. Un Consejo que pueda verdaderamente captar y hacer la crónica diaria, semanal, mensual y anual.

Los cronistas de las ciudades son una figura anacrónica, ya que los medios de comunicación son los cronistas que cumplen cabalmente con la función de informar y difundir los aconteceres de la ciudad, sin embargo ellos no clasifican, no atesoran, no discriminan y analizan los sucesos, anécdotas, eventos y acontecimientos. Ellos no tiene la metodología archivaria, que permite resguardar la información de forma histórica, cronográfica y en un sólo lugar. Es por eso que el Consejo de la Crónicaes verdaderamente, necesario, útil y funcional.

Pero regresar a convenciones y sistemas como el de Cronista de la Ciudad que fue una figura útil (cuando funcionaban), el día de hoy son anacrónicos, insuficientes y sobre todo una figura que representa la involución de una sociedad, ya que no utiliza los medios y las tecnologías actuales y es la visión de una sola persona.

Desde el año 2005 presentamos la propuesta del Consejo de la Crónica a las autoridades municipales.
Debido al desoir municipal de entonces, cada cambio de administración lo continuamos haciendo además de publicarla en nuestro blog y otros medios con el afán de que se conozca y se entienda de que se requiere un grupo de especialistas, no un grupo de egos con títulos nobiliarios de universidades nacionales y extranjeras, aunque debrían ser incluidos en el Consejo de la Crónica de Tehuacán.
Puede leer la actualización de la propuesta aquí:
Consejo de la Crónica de Tehuacán

Chic-Oeye Ollin Tonalli